Excelente artículo, "La niña del sonajero mudo", sobre una niña muda de la cañanada real, que gracias a los voluntarios que trabajan allí, se le han conseguido unos audífonos y se la ha integrado en el grupo de niños escolarizados, aunque con trato especial por una logopeda voluntaria también. A parte del enlace al artículo, reproduzco algunos párrafos que me han parecido sobresalientes:
"Estamos en el gueto rumano de El Gallinero -a un paso de la Cañada Real Galiana, a tan sólo 20 minutos de la Puerta del Sol- donde más de 200 niños crecen descalzos entre ratas y hay princesitas como Elena buscando zapato a las que tiene secuestrado en cerros de basura un dragón con fauces de olvido."
"Todos los niños le tiran piedras al perro flaco y todos juegan a la mímica en el espejo de charco. Todos montan riendo en la bici oxidada sin ruedas y todos tienen enterrado un tesoro de latón. Todos husmean entre el muladar de los sueños ajenos: que si una muñeca sin cabeza por aquí, que si un sofá sin respaldo por allá. Todos hacen un puzzle nuevo con cada tarde al raso."
"llegaron hace un lustro a Madrid. Porque en Rumanía era aún peor y bajo el mismo techo malvivían con 13 familias. Cuando llegaron a la ciudad, vieron hasta a los perritos con abrigo. Y soñaron con el fin del frío para sus hijos. No sabían que la capital les tenía reservada una escombrera llamada Cañada Real Galiana, donde unos gitanos les alquilaron un terreno que no era suyo, con derecho a chabola por 150 euros al mes."
"Mientras, la pequeña sigue creciendo en el colegio La Purísima, levanta construcciones y se esmera en los gong, en los zas y en los chof, pero hacen más ruido las tripas vacías de la que no ha desayunado jamás. Lo explica Benedicta, con el ojo clínico de las que han visto mil narices de mico pegadas a escaparates de merengues y mecanos. «Cuando a un niño le ofreces un juguete en una mano y un yogur en la otra, la mayoría coge el juguete. Pues bien, ella siempre coge el yogur»."
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