martes, 13 de enero de 2009

La solución a la crisis

Como ya mencioné, todo el mundo lo sabe pero nadie lo quiere ver. Lo que habíamos estado viviendo hasta ahora y la forma de tratar al mundo es irreal e insostenible.
 
En su columna de hoy S.McCoy, lo comenta de una manera muy brillante:
 
"En primer lugar, una fulgurante recuperación de la austeridad como modo de vida. Es un concepto mucho más amplio que el de frugalidad, contención impuesta o no a la hora de tomar decisiones de gasto y/o consumo. Una reducción semántica lícita, en cuanto refleja de modo inmediato el efecto de la incertidumbre o la carencia sobre el ciudadano, pero excesivamente restrictiva, a juicio de quien esto escribe. La austeridad no es únicamente privación, sino que va más allá. Es reconocer el valor de las cosas, apreciar el esfuerzo necesario para obtenerlas y tener la disponibilidad de ánimo de conservarlas. Es, en definitiva, adecuar las necesidades de cada uno a los parámetros de la normalidad. Vivir según las propias posibilidades. Poner cada cosa en su sitio. Se dice tradicionalmente que no es más feliz quien más tiene sino quien menos necesita. Permítanme que les diga una cosa: es una verdad como un templo. Y ojalá que, aunque pueda venir impuesta al principio, la austeridad llegue para quedarse. Ha llegado la hora de dejar de mirar al vecino y vivir la propia realidad."
 
El resto de los puntos son más discutibles, pero en este coincido plenamente. Sobre el tema de la educación también coincidimos en que ha sido parte del problema de la sociedad, pero que se asuma otra vez como médula de la sociedad lo veo más difícil, a no ser que el golpe sea mucho más profundo de lo que pienso, que ya es decir.

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