Hay veces que cuando no lo vives en tus propias carnes, no te das cuenta de las necesidades de familias como esta. Y reflexionas sobre los "problemas" que pensamos que tenemos el resto de la población, muchos de ellos ridículos.
"Mónica García Díaz se ha pasado los 23 años de su vida atada a las manos, los pies y la voluntad de sus padres. Cada minuto de su existencia ha necesitado que María y Dionisio la ayudaran para todo. Para levantarse, para ducharse, para comer, para ir al baño, para salir a la calle, para ir al médico... Los para son interminables. Mónica no habla una palabra. Pero mira. Sonríe. Siente. Cuando su madre, María, la abraza, ella se emociona. Le gusta. Cuando su hermano, Alfonso, de 18 años, suelta una broma, inmediatamente Mónica sonríe. "Es que mi hermana no es tonta. Lo entiende todo. Y a su manera pide las cosas", aclara él con una clarividencia y contundencia que impresiona. Mónica sufre artrogriposis y microcefalia. Tiene un 86% de discapacidad. Su hermano, que ha batallado contra cinco tumores y todavía no está curado, un 61%."
"Mónica, Alfonso, María y Dionisio viven en Valdilecha, un pueblo de más de 2.000 habitantes al sureste de la región. La familia, ajena completamente a la política y a las discusiones entre administraciones, reclama una ayuda urgente. "Yo le invitaría a cualquier político a que pasara un día conmigo", emplaza convencida María en el salón de su casa. En la familia sólo puede trabajar Dionisio. Hasta hace dos meses ganaba 1.000 euros. Ahora, un aumento de sueldo de 200 euros ha desahogado un poquito a la familia. Además, obtienen otros 460 euros mensuales de ayuda de la Comunidad por la situación de Mónica. En suma, 1.660 euros para una familia llena de necesidades."
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