lunes, 8 de octubre de 2007

El valor de las pequeñas cosas

Llegamos hace cuatro días a Nairobi y estábamos como locas por ver a
nuestras niñas,no sabéis que emoción al verlas, y que diferencia de la
primera vez. Es imposible no impresionarte cuando entras por primera
vez en el hogar,y piensas prácticamente que solo son cuerpos deformes
con los ojos que miran de un lado a otro y que no puedes acceder a
ellas.No os podéis imaginar como hemos llegado a ellas y ellas a
nosotros. Aunque la mayoría solo mueven sus ojos,su expresión lo dice
todo,su mirada indica que quiere salir al patio,que le duele alguna
parte de su cuerpo,si hay algo de la comida que no le gusta, si te
quieren,si se ponen tristes porque te vas hasta el día siguiente,y lo
mas bonito: el recibiendo,sus ojos se transforman en sonrisa,y las que
pueden hablar pegan unos gritos de alegría que ten llegan muy
adentro.
Cada niña tiene una vida a cada cual mas dura como por ejemplo
,Ágata,a la que llamamos la viejita pero la superiora nos ha dicho
que tiene 27 anos.Esta niña quedo huérfana muy pequeña,y su tía se
encargo de cuidarla,lo único que hacia era ir a la casa dejarle la
comida en un plato en el suelo,y cerrar con llave la puerta. Así paso
muchos anos de su vida,sola en una casa como si fuera un animal.
Alguien por fin se entero y se lo contó a las hermanas. Ahora vive
feliz en el hogar,su mayor ilusión es estar agarrada a alguien,como si
no quisiera estar nunca mas sola, y sentir el sol en su cuerpo.Ágata
no llega a medir un metro,jorobada y como un monito, pero te enamoras
de ella como de todas.
Betti es enana,no mueve de cintura hacia abajo,con cuerpo atrofiado  y
una cabeza gigante.Todas estamos enamoradas de ella.Casi todos los
días tiene dolores tremendos a la altura del estomago, pero siempre se
sonríe y te pregunta que tal estas,pide mil veces perdón porque no te
quiere molestar cuando necesita que la cambies de sillas de ruedas
para ver si se siente mas cómoda. Hay veces que no puedo evitar
emocionarme con situaciones tan duras y tristes,pero estamos teniendo
la gran suerte de poder estar aquí y disfrutar de ellas, de que rían
con nosotras, de que nos elijan para que les demos la comida...
Han disfrutado mucho con las canciones y los bailes, (nos os imagináis
que coreografías), con las golosinas que les llevábamos para después
de la comida, con el salón de estética pintándole las unas, las pompas
de jabón intentando explotarlas ya que casi ninguna puede soplar,
haciendo animales y sombreros con globos, y un recuerdo grabado en la
paredes,sus tres habitaciones pintadas con
peces,elefantes,flores,mariposas...Cada DIA queremos estar mas tiempo
con ellas y el tiempo se nos hace mas corto.
Después de la niñas, lo mejor de aquí es poder compartir con las
hermanas un trocito de sus vidas,ayer pasamos toda la tarde juntas,nos
fuimos con ellas en una minifurgoneta de 8 personas visitando otros
centros que tienen en Nairobi, y la casa de las hermanitas de los
Pobres en Nairobi  a la que teníamos muchas ganas de ir.En la
furgoneta de 8 nos metimos nosotras 4 mas 11 monjas con un montón de
paquetes,la maleta de un sacerdote al que recogimos por el camino...No
paramos de reírnos con ellas, pero como se puede ser tan feliz
llevando vidas tan duras,y privándose de tantas cosas...Al final Ana
termino sacando la guitarra y nos pasamos las dos horas de vuelta
cantando con ellas.Ellas al final del viaje nos decían ,como mas se
disfruta es de las cosas pequeñas y de estos momentos.Nos dieron las
gracias por haber compartido la tarde con ellas.Que lujo el nuestro!!!

Podría seguir y seguir porque me emociono ,recordando cada momento
aquí ,pero ya os contare mas cosas cuando veáis las fotos de mis niñas
preciosas.
No quiero pensar en la despedida,porque ahora no concibo levantarme y
no verlas cada mañana.  "
 
Dedicado a Eva.

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